miércoles, 11 de junio de 2008

¡HE VENIDO A CUIDARTE!


Acabo de llegar a la capital de la republica, mi querida Lima. Hace frío, no tanto como lo esperaba, el vuelo desde Iquitos hizo escala en Tarapoto. Odio los vuelos con escala, me parecen muy largos, desesperantes, incómodos, pero no me quedaba alternativa no habían otro tipo de vuelos para éste día. Necesito estar en casa sobre todo hoy, tengo una necesidad urgente de ver a mi madre. Aunque no la podré ver porque desde hoy se encuentra en el hospital, debido a que mañana la someterán a una operación. Le prometí estar allí para después de la operación para cuidarla, para retribuir los cuidados que ella me brindo cuando era niño, ahora es mi turno de ver por ella. A ella le han dicho que necesita someterse a un cuidado post operatorio muy estricto para evitar cualquier problema o riesgo innecesario en su salud.
Es media noche, me acompañan en mi viaje mi esposa y mi hijo. Salimos del aeropuerto y rápidamente tomamos un taxi que nos llevaría a casa de mis padres. El trayecto es silencioso. Mi esposa advierte mi preocupación, parece que se me nota en el rostro y en mi silencio, ella me mira y me abraza, no me dice nada, y creo que es mejor así. Me encuentro muy sensible y prefiero no me hable, para evitar quebrarme. La sola idea de que mamá se encuentre en estos momentos en el hospital, sola y esperando nerviosa el momento de la operación me mantiene inquieto y dubitativo.
Después de una hora de trayecto el taxi se detiene frente a mi casa. En eso se me viene a la mente todas las anteriores veces que he venido a visitar a mis padres. Recuerdo que la primera en asomarse por la ventana siempre ha sido mamá. Pero hoy no, nadie se ha asomado por la ventana.
Toco el timbre y tardan en abrir, seguro es porque ya es la una de la madrugada y ya todos están dormidos. Insisto con el timbre y en pocos segundos se encienden las luces del segundo piso, en la habitación de mi padre. Nos encontramos parados con las maletas afuera en la puerta principal y puedo escuchar que mi padre y mi hermana bajan las escaleras para darnos la bienvenida.
Al verme, mi padre me abre sus brazos, me abalanzo a corresponder su saludo, lo extrañe mucho. Mientras le abrazo le doy un beso en la mejilla como siempre lo he hecho desde niño. De pronto me asalta el recuerdo de mi madre. Recuerdo que cuando llegaba de visita, ella era la primera en abrazarme, en estrujarme entre sus brazos, en decirme que me extraño, en llenarme de besos como si fuera todavía un niño. Luego una estocada, un sentimiento más fuerte me toma por sorpresa. ¡El miedo!, el miedo me abofetea el rostro y imagino que de pasarle algo a mamá, si algo sale mal, no abría mas abrazos, mas besos, mas miradas de amor de madre, Ya nunca mas la escuchare decirme que se alegra de verme, que soy su negrito querido.
Apretó los dientes mientras termino de abrazar a mi padre, luego me abalanzo a los brazos de mi hermana y escondo mis ganas de llorar. No quiero que me vean llorar, no quiero que sepan que estoy preocupado por mamá, además no hay motivos para llorar, no ha pasado nada.
El día de la operación no hemos podido ver a mamá, mi hermana se ha quedado afuera del hospital, no la han dejado pasar por ser menor de edad. Me ha tenido que esperar muy angustiada en la puerta de ese nosocomio, mientras me dirijo al pabellón de oncológia para ver a mi madre.
MI padre está preocupado pero no me lo quiere decir, me dice que mi madre la subieron a la sala de operación desde hace horas y no la traen de regreso a su habitación. Le informaron que se trataba de una operación de un par de horas. Al final del día no hay noticias de mamá. El único que puede quedarse en el hospital es papá, sólo a él le han dado un pase, los demás tenemos que retirarnos.
Al siguiente día fui temprano, no soportaba más tenia que ver a mamá. Casi no pude dormir.
Me encuentro otra vez en el hospital, con aún más miedo del que sentí el primer día, tenía miedo de una noticia terrible. Me acerco a la habitación 705 lentamente, mi padre esta en la puerta, al parecer esperándome. Le veo sonriente y eso me alegra significa que mamá estaba ahí y que se encontraba bien.
Cuando me acerco me dice:
-Esta cansada y no debe hablar mucho por la anestesia, para que no se llene de gases.
Asentí con la cabeza mientas voy entrando a la habitación.
¡No lo puedo cree!, Mamá se encuentra allí acostada sobre su cama, con una bata blanca con apariencia cansada y adolorida. La veo envejecida y maltrecha. Me conmueve verla así.
Ella está despierta, me ve, se alegra y se entristece a la vez, lo sé por que a arrugado su rostro e inundado sus ojos con lagrimas y aunque no debe hablar se esfuerza por decir -mi hijito. La abrazo suavemente, me siento feliz, le digo que la extrañe, que la quiero. No sé si logró escucharme, las palabras no me salen más, solo me han salido balbuceos. Ha sido terrible la tensión por ver a mi madre después de la operación, que parece que voy a romper en llanto de felicidad. Pero no quiero entristecer a mamá, quiero que mantenga su fortaleza y pienso que si me quiebro frente a ella le haré un daño.
Le enjugaba las lágrimas a mamá.
-Le dije mamá no hables, he traído mi agenda cualquier cosa que quieras decirme la escribes aquí para evitarte ese esfuerzo. ¿Puedes escribir no?, No te duele al escribir? –se lo pregunte mientras veía la fístula que colocaron en su muñeca derecha para suministrarle los medicamentos.
Ella sonriente y con una mirada tierna asintió con la cabeza. Luego con su índice derecho me hizo señas para que le alcance mi agenda.
Rápidamente se la alcance junto a un lapicero. Creí que me escribiría alguna necesidad, algo que le urgía que le alcance, no sé. Pero me sorprendió que tal escrito decía lo siguiente: ¡GRACIAS HIJO POR ESTAR ACÁ! ¡TE QUIERO!
No pude mas la abrace y por más que apreté mis dientes lloré.
Lloramos juntos, la mire no pude articular palabra alguna, pero quería decirle “Mami he venido a cuidarte”.

6 comentarios:

cesar dijo...

q tal brother, espero q todo este bien con tu viejita, con la bendicion de Dios se recupere pronto...abrazos

Anónimo dijo...

hijo de mi vida y de mi corazon solo le agradesco a dios por haber venido haber permitido quedarte en que sea un mes para tener tus cuidados y verte ytenerte cerca a nosotros despues de tantos meses y darle gracias a dios de haber salido bien de la operacion y con tus cuidados recuperarme te agradesco de todo corazon dios a sido grande conmigo haber permitido tenerte aca a tus cuidados y haber tenido justo en esa fecha tu mes te vacaciones como es el mundo dios sabe lo que hace sabe gr4atificarnos para que me cuides con todo tu cariño y amor de hijo asu mama dios te bendecira con todos los deseos que le pidas de corazon tu mother que te ama te da su bendicion te quier y te amo hijo

Anónimo dijo...

A cuidarnoz! Graciaz Monin nunk olvidare como cuidazte d emi cuando mama no ztuvo aki Te quiero MUUUxote Monin....

Anónimo dijo...

no sabes cuanto he llora amigo con lo que has escrito "he venido a cuidarte", me encuentro aun entre sollosos, son muy lindas las palabras que escribes, sigue asi aunque no pueda estar alli en este momento contigo te mando un fuerte abrazo john cuidate mucho ...karina(promo)

mariela dijo...

me hiciste llorar primo que precioso yo amo a mi madre hasta el infinito y se que tu debes sentir lo mismo por ada

Anónimo dijo...

esta muy bonito tu relato y conmovedor, me alegra que quieras tanto y respetes a tu familia, conservalo siempre que eso es lo mas importante, el resto son tonterias. sujjey